En este cuadro, Miró reinterpreta, desde los presupuestos artísticos del cubismo, el cuadro El tañedor de laud, de Martensz Sorgh (1661). Existe, pues, una admiración hacia la pintura anterior a ellos. Testimonio de esa admiración será también la serie de 58 cuadros que Picasso pinta sobre Las meninas de Velázquez.
En literatura hay, al menos en lo teórico, una voluntad más clara de romper con la tradición anterior. Y lo anterior se refiere muchas veces al ismo que le ha precedido, sucediéndose unos a otros a una velocidad de vértigo. Sin embargo, a mi juicio, las vanguardias literarias consiguen sus mejores frutos cuando se amalgaman con lo mejor de la tradición literaria, como ocurrió en los poetas de la Generación del 27.
En esta entrada vas a encontrar enlaces a los principales textos de las distintas vanguardias, varios vídeos, webquests, cazas del tesoro y ejercicios interactivos sobre este vertiginoso periodo de la literatura.
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